Es una fuente muy valiosa de grasas "cardiosaludables", Omega 3, particularmente ácido eicosapentanoico (EPA) y ácido docosahexanoico (DHA), ácidos grasos poliinsaturados que se encuentran principalmente en pescados azules (atún, sardina, caballa, salmón, bonito, etc).
Estos ácidos grasos Omega 3 aumentan el colesterol HDL ("bueno"), reducen el colesterol LDL ("malo") y los triglicéridos, disminuyen la presión arterial, son precursores de sustancias que ejercen una importante acción preventiva de las enfermedades cardiovasculares, autoinmunes e inflamatorias.
Algunos beneficios son los siguientes:
1.- El consumo de pescado disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiaca coronaria, así como mejora el desarrollo neurológico en bebés y niños.
2.- Aporte calórico relativamente bajo por su bajo contenido en grasas (2-5%), que además son insaturadas, considerándose las grasas más saludables para nuestros organismos.
3.- Alta presencia de minerales y oligoelementos (yodo, hierro, fósforo, zinc, magnesio, cobre, selenio, flúor, calcio, potasio), necesarios para el buen funcionamiento del cerebro y sistema nervioso.
4.- Rico en vitaminas liposolubles (A, D, E) e hidrosolubles (B6, B12), indispensables para nuestro organismo, y, en particular, para el crecimiento y desarrollo.
5.- Bajo en sodio, por lo que se convierte en un alimento idóneo para personas que llevan a cabo dietas bajas en sal.
6.- Se digiere con mayor facilidad que la carne.